Mitsubishi acaba de presentar la nueva generación de la L200, una pick-up que se espera que desembarque en varios mercados del mundo, donde Argentina no sería la excepción y hasta existen rumores sobre una eventual producción nacional.
A su vez, será prima hermana de la próxima Nissan Frontier nacional, aunque por el momento no hay más detalles al respecto. Sin embargo, durante las últimas horas se dio a conocer la posibilidad de que la firma japonesa apueste por una motorización V6 como la nueva Ford Ranger o la Volkswagen Amarok.
Yoshiki Masuda, jefe de producto de Mitsubishi, indicó que actualmente no existen planes para sumar un propulsor más grande, aunque un V6 podría caber en la nueva L200 debido a que posee componentes ensanchados.
«Al final elegimos el motor 2.4 diésel, y algunos impulsores nafteros para algunos países… En este momento comenzamos con este, el 2.4», reveló el ejecutivo. Al ser consultado si de todos modos había interés por incorporar una mecánica de mayores dimensiones, Masuda no dudó en contestar que la camioneta es más grande y poderosa, y que por supuesto se sigue de cerca la idea, aunque no hay que dejar de lado la eficiencia y las regulaciones energéticas.
Frente a la pregunta de la oportunidad de adherirse a la «ola de los seis cilindros», el ejecutivo respondió: «Depende del V6. Aumentamos la capacidad de eje y el compartimento del motor, por lo que debería ser compatible con un motor más grande (un V6 si es posible)».