Los fabricantes de vehículos cuyos motores son propulsados con gasolina o gas (es decir, vehículos con emisión de efecto invernaedor) tienen fecha de caducidad para la venta de sus productos en el estado más grande de los Estados Unidos. La legislatura de California aprobó una ley que indica que a partir del 1 de enero de 2035 quedará prohibida la venta de automóviles nuevos a gasolina o gas en ese estado.
Hasta llegar al punto cero en 2035, habrá pasos intermedios. Para 2026, el 35% de los vehículos nuevos que se vendan en el estado deben ser considerados dentro de la categoría de emisiones cero -por ahora, hasta que surja una nueva tecnología, solo los automóviles eléctricos son los de emisiones cero-. Para 2030, el 68% de los vehículos a la venta deben ser de emisiones cero, hasta llegar al 100% en 2035.
En este momento se calcula que el 15% de los vehículos que se venden nuevos en California son de emisión cero. Por lo tanto el estado tiene tres años y medio para doblar la oferta.
Pero no solo se trata de que haya más vehículos eléctricos a la venta, sino de que haya una infraestructura para sostener el mantenimiento de esos vehículos. Por el momento no hay suficientes centrales de carga para vehículos eléctricos como para que se duplique el número de automóviles eléctricos. Y no es cuestión solo de construir más centros de carga, sino de reforzar las plantas eléctricas. El estado está intentando cambiar hacia un modelo de energía limpia, por lo que las plantas eléctricas actuales ya están trabajando a su máxima capacidad.
A la medida aprobada por California, se suma la nueva ley federal sobre el clima que ofrece un descuento en impuestos a quienes compren un vehículo eléctrico. Las fábricas de automóviles eléctricos están ya superadas por la demanda. En algunos modelos hay demoras de meses para la entrega. Al desbalance entre la oferta y la demanda se suma que estos vehículos funcionan con partes que no se fabrican en Estados Unidos y que con la crisis en la cadena de distribución no están llegando fácilmente al país.
California es el primer estado en aprobar una ley de este tipo, pero se sabe que en Washington, Nueva York y Massachusetts están trabajando en proyectos similares.
Varias automotrices tradicionales ya están trabajando para cambiar el modo en el que producen sus vehículos. General Motors anunció este año su objetivo de vender únicamente automóviles de emisión cero para 2035. Volvo fue más allá y aseguró que todo su inventario será eléctrico en 2030.
Las reglas se ponen para los automóviles nuevos, pero la mayor parte de la venta de vehículos en el país es de automóviles usados. Difícilmente para la década de 2030 se vea una desaparición de los automóviles a gasolina o gas en el parque automotriz de Estados Unidos.