No todos los días sale a la venta un auto de película muy famoso. Y eso es exactamente lo que acaba de ocurrir: pusieron a subasta el Mazda RX-7 de 1993 que manejó Vin Diesel en su papel como Dominic Toretto para Rápido y Furioso.

Construido por Eddie Paul a pedido de Universal Studios específicamente para esta película, este RX-7 está considerado como uno de los autos más codiciados de la saga fierrera.

Este mismo ejemplar fue luego reutilizado para la segunda película y conducido por el personaje de Amaury Nolasco, Orange Julius. El postor ganador terminará con la documentación que acredite su historial.

Por supuesto, quien gane la subasta obtendrá todo lo que viene con un auto japonés preparado para las drag races o “picadas”, como se las conoce popularmente.

Está equipado con asientos, kit de carrocería, luces antiniebla y llantas específicas. Viene con un motor naftero 1.3 litros rotativo que supera los 250 caballos de potencia.

El precio estimado para esta unidad es de entre 175.000 y 250.000 dólares. Si los tuvieras, ¿estarías dispuesto a gastarlos para llevarte esta joya del cine a tu cochera?

También subastan un Nissan de Paul Walker en Rápido y Furioso

El Nissan Skyline R34 GT-R que condujo Paul Walker en Rápido y Furioso puede ser tuyo. Es el auto que, en su papel de Brian O´Connor, utilizó durante el rodaje de la cuarta entrega de esta famosa saga fierrera.

Para los fanáticos de Rápido y Furioso, y principalmente de Walker, es uno de los autos más codiciados. Y la casa Bonhams lo subastará entre el 28 de abril y el 5 de mayo en un evento que se realizará en Bruselas, Bélgica.

El R34 GT-R en cuestión es del 2000 y está pintado en color azul Bayside. En el film, O´Connor lo convierte en el “auto héroe” luego de seleccionarlo en un depósito de vehículos para participar en carreras callejeras antes de ser utilizado para cruzar la frontera mexicana.

Quienes vieron Rápido y Furioso IV se preguntarán: ¿Cómo puede ser que lo subasten, si el auto terminó destruido al final de la película? La respuesta es sencilla: el que voló por los aires es una réplica que se construyó especialmente para esa escena, pero el original resultó sano y salvo.