Las bujías son componentes esenciales del sistema de encendido del motor. Su función principal es proporcionar la chispa eléctrica que enciende la mezcla de aire y combustible en la cámara de combustión. Si no estuvieran, el motor no podría arrancar ni funcionar correctamente.
Se encuentran en los cilindros del motor y cada una de ellas está diseñada para soportar altas temperaturas y presiones, y deben ser reemplazadas periódicamente según el kilometraje y las recomendaciones del fabricante. Su diseño varía según el tipo de motor y las especificaciones del vehículo.
Existen varios tipos de bujías disponibles en el mercado. A diferencia de las convencionales, las bujías de platino y de iridio son más duraderas y ofrecen una mejor conductividad eléctrica, lo que puede mejorar el rendimiento del motor y reducir las emisiones. Sin embargo, también son más caras.
Si tenés problemas para arrancar el motor o notás que el rendimiento del motor ha disminuido, puede ser necesario revisar y reemplazarlas.
Cómo saber que las bujías del auto están fallando
Si notás alguno de estos síntomas, es posible que las bujías de tu auto estén fallando y deban ser revisadas y, en caso de ser necesarias, reemplazadas. Mantener las bujías en buen estado es esencial para garantizar el buen funcionamiento del motor y prolongar la vida útil del vehículo.
- Dificultad para arrancar el motor: si el motor tarda más de lo habitual en arrancar o no arranca en absoluto, puede ser un signo de que las bujías están fallando y no proporcionan suficiente chispa para encender la mezcla de aire y combustible.
- Marcha irregular: si el motor funciona de manera irregular o se detiene mientras estás conduciendo, puede ser un signo de que las bujías no están funcionando correctamente.
- Pérdida de potencia: si el motor parece tener menos potencia de lo habitual y tiene dificultades para acelerar, puede ser un signo de que las bujías no están proporcionando la chispa necesaria para una combustión completa.
- Consumo de combustible elevado: las bujías desgastadas o sucias pueden provocar un aumento en el consumo de combustible del vehículo, ya que el motor tiene que trabajar más para compensar la falta de energía producida por las bujías.
- Emisiones de escape oscuras o con olor a nafta: si las bujías no están funcionando correctamente, el motor puede producir emisiones de escape oscuras o con olor, lo que indica que la mezcla de aire y combustible no se está quemando de manera efectiva.