La larga lista de impuestos que te cobra el Estado cuando comprás un auto 0 km

Alrededor del 54 por ciento del precio de los autos 0 km está compuesto por impuestos, de acuerdo a una estimación de la Asociación de Fábricas de Automotores de la República Argentina (Adefa); es decir, más de la mitad de lo que los clientes invierten es para el Estado.

Desde ya, la carga impositiva no es la misma para todos los vehículos que se comercializan en el mercado argentino. Algunos tributos están sujetos al país desde el que se importan y a su precio mayorista. Cuanto más caros son, más pagan.

La lista de impuestos en la compra de un 0 km

  • IVA (Impuesto al Valor Agregado): 21 por ciento para autos y 10,5 por ciento para utilitarios.
  • Ganancias: 4,5 por ciento.
  • Impuesto interno: 20 por ciento para los 0 km con precio de lista superior a $8.400.000 y 35 por ciento para los que cuestan más de $15.500.000. Las bases no imponibles de este gravamen se actualizarán en septiembre.
  • Ingresos brutos: 10 por ciento sobre la ganancia del concesionario en la Ciudad de Buenos Aires y el 2,3 por ciento en la provincia de Buenos Aires.
  • Impuesto sobre los débitos y créditos: 0,6 por ciento.
  • Tasa de Seguridad e Higiene municipal: 1 por ciento.
  • Impuesto de sellos: 3 por ciento.
  • Derecho de Importación: 35 por ciento para aquellos 0 km que se fabriquen en países que no sean Uruguay, Brasil, Colombia o México.

La distorsión que produce el Impuesto interno

Conseguir en los concesionarios un auto nuevo por el precio que figura en la lista oficial de la automotriz es una tarea prácticamente imposible por estas horas en el mercado argentino. Para llevárselo a casa, por un 0 km hay que invertir mucho más.

Un relevamiento de TN Autos detectó que las automotrices ponen un tope en las listas de precios para que sus modelos no sean afectados por el impuesto automotor, aquel que castiga a los -mal denominados- modelos “de lujo”.

Esta situación lleva a que algunos modelos tengan el mismo precio para versiones de distinto nivel de tecnología, ya que están al filo del impuesto. Es totalmente ficticio e insostenible: por contar con distintos niveles de equipamiento y hasta motorizaciones, el valor nunca será el mismo. El único objetivo de la lista es no ser alcanzada por el tributo.

Cuando los clientes se acercan a una agencia con la lista de precios oficial, encuentran que los vendedores piden más dinero. Y allí se produce una negociación totalmente paralela al valor informado por la automotriz.