A partir de hoy, las estaciones de servicio están obligadas a informar el porcentaje de participación de los biocombustibles en sus respectivas mezclas. Deben hacerlo a través de una leyenda ubicada en las bocas de expendio de nafta y gasoil.
Lo dispuso la Secretaría de Energía mediante la Resolución 553/2023 publicada en el Boletín Oficial. La misma indica:
“Los surtidores de naftas y de gasoil de todas las bocas de expendio que operen en el país deberán exhibir en forma perfectamente visible una leyenda con la indicación del número o índice de octano, y del contenido máximo de azufre, respectivamente, o la clase a la cual pertenecen los productos que aquellos despachan, como así también indicar el porcentaje legal vigente de participación de los biocombustibles en las respectivas mezclas”.
La autoridad competente se encargará de realizar controles aleatorios de muestras de combustibles para corroborar el cumplimiento de la nueva obligación.
Qué son los biocombustibles
Los biocombustibles se presentan como una de las soluciones más eficientes y rápidas para reducir las emisiones de gases contaminantes a través del tránsito, ya que derivan de fuentes orgánicas como la biomasa y los residuos orgánicos.
La regulación vigente establece que todos los combustibles líquidos que se venden en la Argentina deben contar con al menos un 10 por ciento de combustible de origen renovable.
Algunos de los biocombustibles más conocidos en la actualidad son el bioetanol, el biodiésel y el biogás. Estos tres son los más utilizados en Europa, donde su consumo crece cerca de un 10 por ciento todos los años.
De qué están hechos los biocombustibles
El bioetanol se produce a través de la fermentación de productos vegetales como la caña de azúcar o la remolacha. Estados Unidos y Brasil lideran su producción mundial. El biodiésel, por su parte, se hace mediante aceites vegetales (palma, girasol, lino, colza…), grasas animales o microalgas. Alemania encabeza su producción a nivel global.
El biogás, en tanto, se consigue a través de la fermentación de restos agrícolas, deyecciones ganaderas (purines, estiércol), restos vegetales de la industria agroalimentaria, alimentos caducados o en malas condiciones, restos de basura o lodos de aguas residuales.
Para los especialistas, los biocombustibles son la alternativa con mayor peso para reducir el dióxido de carbono en el sector de los transportes a gran escala. Son la solución más práctica y económica, y evidentemente pueden ayudar a rebajar el nivel de contaminación en todo el planeta.