Motos: cinco errores habituales de conductores principiantes

Elegir la moto equivocada, circular como si fueras un auto, descuidar el equipamiento de motorista, no prestar atención al mantenimiento de la moto o caer en un exceso de confianza pueden ser algunos de esos errores que te pueden jugar una mala pasada, así que tomá nota y seguí estos consejos para entrar en el mundo de la moto por la puerta grande.

Cinco errores comúnes en el mundo de las motos

  • Empezar con una moto muy grande, muy alta o muy pesada:

Cada vez hay más y mejores motos orientadas a los principiantes, motos atractivas que pueden atraer el interés de los que empiezan sobre dos ruedas. Pero incluso así es frecuente que cuando se empieza en moto se caiga en el error de empezar por una moto demasiado grande, demasiado alta o demasiado pesada. El sistema de carnets de conducir progresivos ha hecho grandes favores en este sentido, pero solo con la potencia y a veces no es suficiente para disuadir a quien llega a este mundo sin tener las cosas lo suficientemente claras.

Una moto con el asiento demasiado alto nos impedirá llegar al suelo con facilidad, lo que nos hará perder confianza. Igual que una moto pesada nos dificultará moverla y maniobrar con ella con comodidad hasta cogerle el truco. Todo esto hará que estemos incómodos y que nos dé respeto coger nuestra propia moto, lo que nos puede jugar alguna mala pasada que tardemos tiempo en superar.

  • Mantener el “chip” de conductor de auto en el tráfico

Hay muchos conductores de moto que llegan a las dos ruedas tras tener ya varios años de experiencia en auto. Ya sea porque aprovechan la convalidación del carnet A1 (125) con el de auto con tres años de antigüedad o porque, simplemente, el gusto por las motos no le ha llegado hasta ahora. Circular con una moto no tiene nada que ver a circular con un auto y, si estamos acostumbrados a las cuatro ruedas, es algo que debemos tener muy en cuenta.

En moto somos más pequeños, más difíciles de ver y más vulnerables, por lo que hemos de circular siempre a la defensiva, esperando que en cualquier momento los que nos rodean el tráfico nos pueden hacer alguna jugarreta, consciente o inconscientemente.

Cómo evitarlo. Practicá tu visión periférica, esa que te permite ver todo lo que te rodea aunque no estés mirando a todos lados a la vez. Ve alertas y buscá posibles complicaciones en todo momento: desconfiá siempre, nunca des por hecho que te han visto o que te van a respetar. Ante la duda cedé el paso y tené especial precaución en los cruces, si algo sale mal vos vas a ser el peor parado. Con un poco de entrenamiento podrás moverte con seguridad y toda la libertad que permiten las dos ruedas.

  • Pensar que el equipamiento del motorista no es importante

Craso error. Sobre una moto, conduzcas vos o no, el equipamiento específico de motorista es tu mejor amigo. Es parte de tu seguridad pasiva. Siempre tiene que estar ahí, aunque no entre en acción. Cuando empezamos pensamos más en la moto que vamos a comprar que en nosotros mismos, cuando debería ser al contrario. Puede que un buen casco te parezca caro, que una chaqueta con protecciones te resulte cómoda, que unos guantes te resten tacto o unas botas te den calor. Pero créenos, mucho peor será que tengas un accidente con tu moto, por pequeño que sea, y tardes milésimas de segundo en arrepentirte por no haber cuidado mejor tu equipamiento.

El equipamiento del motorista es importante, y mucho, así que no caigas en la tentación de “ir tirando” con esto mismo, porque un buen equipamiento te hará falta desde el primer instante en que te subas en tu nueva moto.

Cómo evitarlo. Invertir en equipamiento es invertir en tu seguridad. No hace falta que sea súper bonito y vayas a la última moda si ves que eso hace incrementar su precio, lo importante es que vayas bien protegido. Verás que hay cascos muy decentes y seguros para empezar en moto, al igual que chaquetas con protecciones, guantes que mantengan las manos limpias y protegidas, pantalones con protecciones y botas firmes y seguras. Si no quieres gastar mucho comienzo por una gama baja, pero hacelo, hacelo sí o sí, y no vayas de cualquier manera.

  • Descuidar el estado de la moto

No está bueno comprarse una moto y después olvidarse de su mantenimiento. La moto es una máquina compuesta por un gran número de elementos que se combinan entre sí, y como toda máquina requiere un mantenimiento para que nada falle. En muchas máquinas, si algo falla, las consecuencias no suelen ser importantes. Pero en una moto, si algo falla, lo que se pone en peligro es tu propia seguridad, por lo que conviene que estés pendientes de que todo funciona como debe para evitar posibles problemas.

Unos neumáticos gastados o mal inflados, unos frenos con pastillas consumidas, un motor con poco aceite, unas ruedas con poco aire, una cadena seca… Eso son solo cuatro cosas básicas que podemos pasar por alto y que nos pueden causar serios problemas al circular con nuestra moto.

Cómo evitarlo: el mantenimiento de la moto no es solo llevarla al taller a sus revisiones periódicas (que también), sino algo que nosotros mismos podemos y debemos hacer en nuestro día a día. Cambia los neumáticos cuando veas que pierden el dibujo, revisa cada poco tiempo la presión del aire de las ruedas, echa un ojo al nivel del aceite del motor cada cierto número de kilómetros, mira el desgaste de las pastillas de freno de vez en cuando, engrasa la cadena… Son cosas fáciles y rápidas que te pueden evitar algún disgusto.